DANZATERAPIA


Mi aportación a la Danza terapéutica
Por: Valeria M. Castillo 

Lo que yo he encontrado en la danza terapéutica es principalmente reconciliación conmigo y amor por mi vida, los momentos en los que me he podido ver y sentir en el movimiento libre en la danza  han sido momentos de conciencia, momentos donde he visto mis limitaciones y miedos, donde he visto mis ganas de liberarme y perdonarme, donde he visto lo que soy capaz de hacer para mi y con los demás. En los ejercicios de danzaterapia siento mi respiración y mi corazón tan vivos, que danzar es vivir plenamente.

La danzaterapia para mi es un camino de amor por y para mi alma y mi cuerpo, y realmente no importa cuándo y cómo lo haga, "danzar es centrar mi atención en mi cuerpo y dejar que el movimiento surja desde dentro, de lo que necesito decir, sentir y descubrir". La danzaterapia no es una técnica de danza, no es necesariamente una práctica para el gusto del público, por el contrario, la danza terapéutica lo que busca es mover la propia energía y los limites personales, trabaja con los bloqueos corporales y mentales, te ayuda a sentir cada parte de tu cuerpo y  crear movimientos que pueden rehabilitar tu autoestima y la flexibilidad y belleza de tus movimientos corporales, hablando de belleza como la pureza y sencillez que puede tener el movimiento.


Recomiendo el Taller Libre de Danzaterapia a todo mundo, porque no necesitas tener características físicas o mentales especiales, todo mundo puede mover una o todas las partes de su cuerpo y alma, todos podemos danzar y crear en el movimiento una forma de escucharnos, de sentirnos, de mirarnos, de sanarnos. Por eso es un Taller Libre, un taller para todos, para quienes quieren apoyar su crecimiento personal y espiritual con herramientas que brindan la psicoterapia corporal y la danza.

En el Taller también aprendes sobre el lenguaje corporal, sobre las posturas y poses y lo que el cuerpo quiere decir. En ese sentido es bueno verse a uno mismo en el espejo, y darse cuenta de cómo están los hombros, la cadera, la pelvis, el cuello, las manos, la mirada, la sonrisa... Todo el cuerpo sostiene nuestra actitud ante la vida: si mi actitud es de miedo, estaré representando en mi cuerpo ese miedo encorvando la espalda, desviando la mirada, llevando la pelvis hacia adelante. Si mi actitud es de ira seguramente mi cuerpo estará tenso, con una gran carga de energía en el pecho y los hombros, tendré una sonrisa rígida y la pelvis hacia atrás. Incluso la respiración sostiene la actitud ante la vida, mi respiración puede ser profunda o no dependiendo de qué tanto me atrevo a sentir mis emociones. Respirar profundo es sentir profundo y liberar profundamente lo que siento. En todos los ejercicios de danzaterapia es importante observarte, respirar, sentir, fluir y aceptarte, eso asegura que la práctica no sólo sea artística, también sea terapéutica. 

En todas las sesiones hablamos del corazón y sentimos el latido, ya que el corazón es el guardián del presente, el custodio de la vida aquí y ahora, el que marca el ritmo personal y habla en el idioma del cuerpo. El corazón late y en su latido emite su vibración traspasando el cuerpo físico y vibrando en el espacio junto con todo lo que está, es la música que cada uno llevamos dentro, la vibración personal que compartimos con el mundo y que nos mantiene conectados, así también con el corazón comprendemos que todas las vibraciones de todos los corazones hacen una sola, todos somos uno, asi es que mi danza es la de mi corazón, unida a la danza de la Vida misma. 


Después de cada ejercicio de danza en este contexto terapéutico es importante detenerse a sentir qué paso, llegar al silencio y la inmovilidad y solo sentir, sentir la respiración, sentir el corazón, sentir las emociones moviéndose en el interior, sentir el cuerpo entero y darle permiso a la mente de que observe, reflexione, concluya e integre la experiencia. Poco a poco cada uno va descubriendo lo que necesita para desbloquearse, aceptarse, sentirse o decirse, para fluir y sanar su propio movimiento y actitud.

Los ejercicios en grupo son mis favoritos, pues la interacción de los participantes y la cooperación que surge para que cada uno se descubra a sí mismo es muy importante y amorosa. Existen dinámicas donde los participantes necesitan del otro o de los otros para verse, para reflejarse, o para aprender a dejarse llevar y fluir, en estos ejercicios en grupo surge una magia, la magia de la comunicación sin palabras y la sincronía de los movimientos. Así mismo en el trabajo grupal descubres lo que te hace diferente, lo que es tuyo y forma parte de tu esencia, encuentras los límites de tu espacio vital y aprendes a respetar los límites de los otros.

En la danza terapéutica el juego es importante, jugar es lo que te devuelve la inocencia y te deja bailar. ¡Baila como si fueras un niño! y observa tus juicios adultos, tus aprendizajes sobre no moverte, sobre no expresar, sobre no demostrar, sobre bailar sólo lo que esta permitido y sin avergonzar a nadie o a ti mismo. La inocencia que nos permite el juego es también lo que nos relaja, lo que nos deja disfrutar la danza y reír pase lo que pase, no estamos comprometidos con gustarle a alguien, no tenemos el objetivo de subirnos en un escenario (aunque podríamos hacerlo), estamos aquí para bailar y sanar.

Aveces utilizamos telas, listones, globos, pelotas y palos, o esferas de luz o brochas imaginarias, cosas que estimulan la creatividad y te permiten investigar ciertos movimientos, crear nuevas formas de decir o sentir, cosas que pueden o no estar realmente ahí y pueden o no limitar el movimiento, lo importante es experimentar en tu propia danza.


Comencé haciendo este trabajo conmigo, la danza como autoterapia, como una forma de autosanación después de estudiar psicoterapia corporal y prácticar danza árabe y yoga. Al principio me tope con muchos prejuicios en mi cabeza, no sabía cómo liberarme de mi propio crítico interno, pensaba en la danza como algo bello que sólo tenían derecho a experimentar los bailarines después de años de estudio y práctica. Me sentía incapaz de fluir y por el contrario me frustraba no tener la condición, elasticidad y técnica para hacer más con mi cuerpo... pero la expresión libre, el sentir y respirar comenzaron a tener efecto, momentos catárticos, momentos donde mi danza era la expresión de una profunda ansiedad o angustia, me di cuenta de que podía sacar eso de mi, soltar el llanto mientras bailaba, soltar el estrés y pasar por diferentes etapas de mi vida mientras solo fluía en el movimiento. Mi danza pudo ser ahora libertad y expresión,  a veces primitiva, otras veces profunda y espiritual, una danza que comenzo a ser curativa. Me gustó mucho lo que vi en mi, me ví bailando cada noche a oscuras con la música que podía ayudarme a sentir, me vi bailando como niña y sintiendo un gran gozo, me vi bailando la danza de mi alma y ya sin prejuicio. Y así sentí el deseo de compartir. El Taller libre de danzaterapia comenzó en grupo con mujeres donde el objetivo era relajarse y conectar con la sensualidad, la energía femenina y trabajar con la autoestima. Los Talleres se fueron nutriendo de ideas y experiencias en la misma práctica, cada persona que se ha permitido la danza como terapia ha aportado con su experiencia nuevas formas de explorar y sanar. Hoy la danzaterapia que comparto esta viva y es mi aportación a la psicoterapia corporal y el arte y esta nutrida de todo lo que construimos los que participamos en ella.

De esta danza terapeutica han surgido otros proyectos como el performance de sanación, la sanacion psicoenergética en la danza y la fusión del canto y la danzaterapia. Estos proyectos tienen su lugar y espacio, van surgiendo en el laboratorio con la experiencia y crecen en el amor que siento por ellos.
En el Centro Cultural Los Talleres en Coyoacán se ha abierto la oportunidad de compartir el Taller desde 2011, las sesiones son todos los Viernes a las 7 de la noche. Todo mundo esta invitado.


México D. F. Septiembre 2012.




Danza para todos

La danza es para todos, es dentro del arte la expresión corporal sintonizada con tu mundo interno y externo, que enciende tu luz interior y te permite hablar en otro lenguaje, el lenguaje de tu alma, el lenguaje de tu cuerpo, el lenguaje de tu sentir. Es terapéutica porque llevada como un proceso de crecimiento personal te permite descubrirte, resolverte y aceptarte. Es una herramienta para todo aquel que desee entrar en un proceso de desarrollo psico-corporal.




Beneficios de la Danzaterapia


En la danza terapeutica:
  • Encuentras en tus movimientos tu propia danza
  • Creas una nueva forma de expresarte con tu cuerpo
  • Aprendes a relajarte
  • Eres consciente de tu respiración
  • Aprendes a enfocar tu mente
  • Pones en sintonía tu movimiento con la música y el silencio
  • Mejoras tu postura corporal
  • Integras tus emociones a tu expresión corporal creativa
  • Te diviertes y reflexionas
  • Desbloqueas tensiones corporales
  • Amplías la conciencia de ti mismo
  • Desbloqueas tu mente
  • Revitalizas tu cuerpo 
  • Aprendes a sentirte y permanecer en contacto contigo